En una mañana robada a la ya inminente primavera, con una temperatura que invitaba a la conversación, al enriquecedor diálogo y a la contemplación de los exultante belleza de los paisajes de las tierras de cultivo y de las dehesas de los Pedroches, devotos de la cultura y de esta tierra se dieron cita ayer domingo en un espacio cargado de singularidad e historia, la ermita de Santo Domingo de Guzmán de Hinojosa Duque. La entrega del premio Solienses, otorgado este año al poemario “Miembro fantasma” de María Pizarro, ha vuelto de nuevo a unir voluntades y deseos compartidos por los habitantes de un territorio que se resiste al desaliento y el abandono.